El dilema del prisionero frente al acantilado de cristal

Paseo por el acantilado en Pourville. Claude Monet

Teoría de juegos y desigualdad: cuando la estrategia organiza el tablero.

Hay escenarios en los que la cooperación se rompe, el liderazgo se reconfigura y las decisiones obedecen más a la estrategia que a la intención. En este artículo revisamos dos modelos conceptuales que ayudan a entender ese terreno: el dilema del prisionero y el acantilado de cristal.

En el análisis de dinámicas políticas e institucionales complejas, se hace necesario recurrir a marcos teóricos como la teoría de juegos, que permiten interpretar cómo se toman decisiones colectivas bajo presión. Liderazgo y cooperación en tiempos estratégicos: entender el tablero antes de mover ficha. A veces basta mirar alrededor, para que un modelo matemático cobre vida.

El dilema del prisionero, uno de los ejemplos más conocidos de la teoría de juegos, parece haberse instalado en la política actual. Este patrón domina las negociaciones (entre partidos) impactando a toda la sociedad. En lugar de construir acuerdos, se blindan posiciones. En vez de pensar en el bien común, se calcula cómo salir indemne.

En medio de ese tablero, se observa otro fenómeno: acantilado de cristal. Este concepto, desarrollado en estudios de liderazgo y género, describe cómo las mujeres acceden a puestos de poder justo cuando las condiciones están al límite: crisis, tensión, caos… o directamente, cuando nadie más quiere asumir la responsabilidad

Ambos modelos, el dilema del prisionero y el acantilado de cristal, actúan con precisión y de forma inevitable. ¿Cuándo y cómo ocurre? Las mujeres asumen roles de liderazgo en situaciones marcadas por conflictos y falta de colaboración… como en el dilema del prisionero. Las partes implicadas defienden sus propios intereses, en lugar de buscar soluciones compartidas y las mujeres asumen el reto en condiciones desequilibradas.

Así, bajo una apariencia de avance hacia la igualdad, se repite un «juego peligroso» donde ellas son colocadas en posiciones altamente visibles pero muy vulnerables, porque el contexto está diseñado para que el riesgo de fracaso recaiga sobre sus espaldas. El acantilado de cristal, con gafas de género, es una forma sutil de desigualdad que coloca a las mujeres en escenarios de vulnerabilidad institucional/organizacional.

La teoría de juegos no solo ayuda a interpretar cómo se toman decisiones colectivas bajo presión, sino que también revela como la cooperación racional puede generar resultados más eficaces que las estrategias defensivas. Además, ofrece herramientas para diseñar estructuras donde el liderazgo se ejerza en condiciones sostenibles y de mayor equidad. La igualdad, en el liderazgo, no se mide solo por la presencia, sino por las condiciones en las que se ejerce.

Este análisis no busca respuestas, sino mejores preguntas, que abran espacio para repensar el juego.