Semana de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia

11 de febrero Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

En esta semana, como desde  2015 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas señaló el 11 de febrero como Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, dedicamos espacio y tiempo para contribuir a reconocer a las mujeres que desarrollan su trabajo en la ciencia, indagando sobre qué razones subyacen a la menor presencia en las carreras STEM.

Indagando, sin hacer un profundo análisis, sobre qué barreras subyacen a la menor presencia en las carreras STEM encontramos:

  • Estereotipos y prejuicios de género que influyen en las aspiraciones profesionales de las niñas.
  • La escasa presencia de mujeres referentes en los textos escolares, lo que resulta poco inspirador.
  • Mayor tasa de abandono de las mujeres a lo largo de los estudios.
  • Menor presencia de las mujeres según se avanza en la carrera profesional
  • Freno de la maternidad.
  • Dificultad o incluso imposibilidad de conciliación personal.
  • Falta de reconocimiento y entre otras:
    • mansplaining: situación en la que un hombre explica a una mujer algo que ella en realidad ya entiende y conoce,
    • hepeating: pasar por alto una idea o sugerencia de una mujer, pero se acepta fácilmente cuando un hombre la repite, apropiándose de ella
  • Mayor tasa de acoso sexual: “Cuatro aspectos del lugar de trabajo académico de ciencias, ingeniería y medicina tienden a silenciar a las víctimas de acoso, así como a limitar las oportunidades profesionales: 
    • (1) la dependencia de asesores y mentores para el avance profesional;
    • (2) el sistema de meritocracia que no tiene en cuenta la disminución de la productividad y la moral como resultado del acoso sexual;
    • (3) la cultura «machista» en algunos campos; y
    • (4) la red informal de comunicaciones, a través de la cual se difunden rumores y acusaciones dentro y a través de programas y campos especializados.”
  • Escasa difusión en medios de mujeres en el ámbito científico.
  • ….

Desde Empieza queremos contribuir a la semana de las mujeres (en plural) en la ciencia, charlando con mujeres, que en contra de lo esperado estudiaron carreras consideradas STEM. Agradecemos a Carmen Martínez, arquitecta y Olga Mayo, bióloga, que hayan dedicado un tiempo a responder a nuestras cuestiones:

  • ¿Qué querías ser de mayor?
    • OLGA: Bióloga dedicada a la investigación y descubrir algo importante.
    • CARMEN: Arquitecta
  • ¿Qué te motivo a estudiar tu carrera?
    • OLGA: Ningún motivo especial simplemente me fascinaban las ciencias naturales
    • CARMEN: Tratarse de una carrera/profesión en la que se combina técnica, funcionalidad y arte.
  • ¿Ser mujer ha marcado tu carrera profesional?
    • OLGA: Creo que no en los años que dediqué a la investigación que no fueron muchos unos 6, no sentí nunca un trato diferente ni para bien ni para mal por ser mujer. Quizás lo que si me motivo a dar un giro profesional fue el planteamiento de la maternidad, prácticamente imposible de conciliar con la investigación unido a la precariedad laboral
    • CARMEN: No. Los aspectos que requieren mayor sensibilidad creo que los determina la personalidad del profesional, no su género. Sí creo, sin embargo, que ser mujer hace, quizá, caer en cuestiones relacionadas con la seguridad (por ej, alumbrado en calles) , cuidados (importancia de las zonas de juego, cuidado en casa).
  • ¿ Tienes alguna anécdota?
    • OLGA: Nuestro grupo de investigación estaba compuesto mayoritariamente por mujeres, eso sí los jefes eran hombres.
    • CARMEN. En la Escuela y en oficina no he notado un trato diferente por ser mujer. Sí lo he notado, y de forma muy acusada, al llegar a obra, donde tanto la mano de obra como la mayor parte de dirección facultativa, es masculina.
  • ¿Qué les dirías a las jóvenes que están en el momento de elegir estudios?
    • AMBAS: Que elijan examinando a fondo que es lo que quieren, que les gusta, que les entusiasma , que les ilusiona, que elijan lo que les haga felices obviando modas, expectativas de los demás, motivos económicos o influencias sociales o familiares.

Las respuestas que nos han trasladado reflejan barreras que las mujeres encontramos en nuestra carrera profesional. Sin duda, ofrecen cuestiones que requieren una más profunda reflexión: dificultad para conciliar, freno de la maternidad, sectores masculinizados, techo de cristal, precariedad laboral, .. Nada nuevo, el diagnóstico es certero solo falta acertar en el tratamiento.

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